viernes, 26 de septiembre de 2008

Acerca del temple heroico

“El tema de Homero no es tanto la guerra de Troya o el regreso de Odiseo como el destino de los héroes. Ese destino está enlazado con el de los dioses y con la salud misma del cosmos, de modo que es un tema religioso. Y aquí surge otro de los rasgos distintivos de la poesía épica griega: el ser una religión. Homero es la Biblia helena”. O.P.

“El verdadero deseo del hombre heroico es la juventud eterna y la paridad con los dioses”. J.B.

“Héroe es quien logra ejemplificar con su acción la virtud como fuerza y excelencia”.(…) “El héroe no sólo hace lo que está bien, sino que también ejemplifica por qué está bien hacerlo”. (…) “El héroe es quien quiere y puede”. (…) “El mundo del héroe es la aventura: en ella hay que buscarle y allí alcanza la plenitud de su perfil”. (…) “En la aventura siempre está presente la muerte”. F.S.

“Ser el primero, ser el mejor, para merecer la fama. En la Ilíada encontraremos siempre esta abundancia de reglas morales y códigos de honor, impuestos desde el exterior sobre el actuar humano. La opinión (doxa) que tengan de uno representa el verdadero valor; ser reconocido o no por los demás es lo decisivo y este honor necesita, para su visualización, de fetiches tangibles”. F.Z.

“Porque ser héroe consiste en ser uno, uno mismo”. (…) “cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo. Y este querer él ser él mismo es la heroicidad. No creo que exista especie de originalidad más profunda que esta originalidad práctica activa del héroe. Su vida es una perpetua resistencia a lo habitual y consueto”. J.O.G.

“Para Homero y el mundo de la nobleza de su tiempo la negación del honor era, en cambio, la mayor tragedia humana. Los héroes se trataban entre sí con constante respeto y honra. En ello descasaba su orden social entero. La sed de honor en ellos era simplemente insaciable, sin que ello fuera una peculiaridad moral característica de los individuos. Es natural y se da por supuesto que los más grandes héroes y los príncipes más poderosos demandan un honor cada vez más alto”. W.J.

“La idea de héroe corresponde al valor vital de lo noble. El héroe es el tipo humano ideal que desde el centro de su ser se proyecta hacia lo noble y hacia la realización de lo noble, esto es, hacia valores vitales “puros”, no técnicos, y cuya virtud fundamental es la nobleza de cuerpo y alma. Esto determina su grandeza de carácter. La virtud específicamente heroica es el dominio de sí mismo; pero la voluntad del héroe ansía ir más allá de esto: aspira al poder, a la responsabilidad, a la osadía; el héroe puede ser por eso un hombre de estado, un capitán, o, en épocas más remotas, un guerrero”. E.R.C.

“En la esfera de Agamenón, Héctor y Aquiles, la guerra es la medida del hombre. En lo único para lo que ha sido adiestrado. Más allá de las sombras, sin embargo, brilla la luz del retorno de la aurora. En torno a las cenizas de Patroclo, los jefes griegos luchan, compiten, lanzan la jabalina en celebración de su fortaleza y vivacidad. Aquiles sabe que habrá de morir joven, pero Briseida, “la de hermosas mejillas”, yace con él por la noche. La guerra y la mortandad hacen estragos, pero el núcleo queda en lugar elevado. Este núcleo es la afirmación de que los actos del cuerpo y el espíritu heroico son en sí mismos objetos de belleza, que la fama es más fuerte que los terrores de la muerte, y que ninguna catástrofe, ni siquiera la caída de Troya, es definitiva”. G.S.

O.P. Octavio Paz. “El mundo heroico” en El arco y la lira.
J.B. Jacob Burckhart. Historia de la cultura griega.
F.S. Fernando Savater. “Esplendor y tarea del héroe” en La tarea del héroe.
F.Z. Faisal Zeidán. “Ilíada versus Odisea” en El retorno de Ulises.
J.O.G. José Ortega y Gasset. “El héroe” en Meditaciones del Quijote.
W.J. Werner Jaegger. “Nobleza y areté” en Paideia.
E.R.C. Ernst Robert Curtius. Literatura Europea y Edad Media latina.
G.S. George Steiner, “Homero y los eruditos” en Lenguaje y silencio.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Próximas lecturas sugeridas

Próximas lecturas sugeridas

Martes 30/09
“De cómo Grecia contruyó al hombre” de Alfonso Reyes En: Última Tule y otros ensayos. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1991. (Ilíada III y IV)

Jueves 2/10
Capítulos “Homero y los griegos” y “Bardos y Héroes” de El mundo de Odiseo de M.I. Finley. México, Fondo de Cultura Económica, 1961 y Capítulo “Homero y Hesíodo” en Historia de la literatura griega de C.M. Bowra. México, Fondo de Cultura económica, 1948. (Ilíada V, VI y VII)

Martes 7/10
Capítulos “Nobleza y Areté” y “Homero el educador” de la Paideia de W. Jaeger. México, Fondo de Cultura Económica, 1962 (Ilíada VIII, IX y X)

Jueves 9/10
Capítulo “La explicación de Agamenón” de Los griegos y los irracional de E.R. Dodds. Madrid, Alianza Editorial, 1999. (Ilíada XI, XII y XII)

Martes 14/10
Capítulo “La edad heroica y la edad homérica” de Historia social del arte y la literatura de Arnold Hauser. Bogotá, Labor, 1994. (Ilíada XIII, XIV y XV)

Martes 21/10
Capítulo “El mundo heroico” de El arco y la lira de Octavio Paz. México, Fondo de Cultura Económica, 1967. (Ilíada XVI, XVII y XVIII)

Jueves 23/10
Selección de Las Bodas de Cadmo y Harmonía de Roberto Calasso. (Ilíada XIX, XX y XXI) (Ilíada XXII)

Martes 28/10
Capítulo “El helenismo” de Grecia clásica y mundo moderno de Gilbert Murray. Editorial Norte y Sur (Ilíada XXIII)

Jueves 30/10
Jueves 9/10
Capítulo “De una cultura de vergüenza a una cultura de culpabilidad” de Los griegos y los irracional de E.R. Dodds. Madrid, Alianza Editorial, 1999. (Ilíada XI, XII y XII)
(Ilíada XXIV)

Temario de Exámenes

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
ESCUELA DE LETRAS
Introducción a las Literaturas Occidentales
Semestre: 02-2008 - Secciones A, B y C


TEMARIO DE EXAMENES

1) Por qué considera que el tema del poder es de constante reflexión para los poetas griegos.
2) Divergencias en el tratamiento que el hombre da a los dioses en Ilíada y las tragedias leídas. Haga especial mención a la manera cómo se aprecian el poder que el dios y el destino tienen sobre el hombre. Reflexione sobre el tema de la libertad y el destino.
3) Cómo se entiende en Iliada y Orestíada el poder legítimo y cómo su abuso y desmesura. Qué personajes muestran uno y otro. Hay, acaso, momentos en que un personaje que ha mostrado conductas legítimas en su ejercicio del poder se inclina a la tiranía. Dé ejemplos.
4) En qué medida el respeto a las jerarquías incide en la buena relación entre los hombres, mantiene las estructuras de la polis y hace que el poder cumpla sus funciones y ejerza la autoridad necesaria para el bien social.
5) De acuerdo a lo estudiado en Rodríguez Adrados, explique las cualidades propias de la épica. Según Joseph Henderson y López Pedraza, explique: quién es el héroe; cuál es su función psíquica y social; por qué cae, y debe caer, etc. Dé ejemplos.
6) Con relación al personaje de Aquiles, comente acerca de los matices y evolución de su cólera a lo largo de la Ilíada. La importancia social, ética y psíquica del botín para el héroe (Puede realizar un contraste con la figura de Áyax).
7) Respecto a Agamenón, en Iliada, reflexione acerca de la manera cómo se aprecia el poder que el dios y el destino tienen sobre el hombre Recuerde que “carácter es destino”, pero carácter no es voluntad (al menos no como la tradición judeo-cristiana lo entiende). Entonces, ¿a qué poderes está sujeto el ser humano? (apóyese especialmente en Dodds)
8) En Orestíada se hace una reflexión acerca de la justicia, que ahora no sólo será la antigua ley de la sangre y la venganza impuesta por las Erinias, sino humana, con el nuevo elemento de la clemencia. A quién corresponde, pues, aplicarla; cómo serán éstos, a su vez, juzgados si la ejercen impíamente; cómo se ha limitado el poder autocrático, qué nuevos beneficios trae esta justicia a la polis.
9) En qué medida podemos apreciar el afán didáctico de los poetas griegos al tratar de entender estos asuntos capitales, en lo individual y social. Dé ejemplos en los que se “eduque” al joven para ejercer adecuadamente su papel social, que a su vez será frontera de sí mismo.
10)Análisis de un tema (justicia, destino, trasgresión a las leyes de la sangre, la hospitalidad o la jerarquía, etc.), tal como es visto en la poesía épica o en la trágica. Puede estudiarlo comparativamente.
11)Compare los elementos de justicia presentes en Orestíada, Edipo Rey y Antígona. Puede hacer referencia a otras tragedias, a la poesía épica o a otros textos trabajados en clase o por usted.
12)Análisis de Edipo Rey a la luz de esta afirmación de M.R. Lida: “El protagonista empeñado en purificar a Tebas de la peste es él mismo el miasma impuro que alimenta la peste”.
13)Análisis del personaje de Creonte, “reciente rey”, cuya personalidad se transforma y se hace egotista y soberbia apenas es “tocado” por el poder. En su caso, la ostentación del poder se convierte en una desgracia. ¿Por qué?
14)Relaciones de semejanza y diferencia entre la poesía épica y trágica (valores, personajes, etc.).
15)Análisis de un personaje que le haya resultado particularmente interesante.
16)Helena es motivo de la guerra de Troya y personaje importante en muchas tragedias. Analice contrastadamente al personaje, tanto en sus apareceres como en las referencias que sobre ella se dan.
17)Al personaje de Andrómaca lo encontramos tanto en la épica como en la tragedia. Su relación con otros personajes también signados por la maternidad: Tetis, Afrodita, Clitemnestra, etc.
18)Familia y guerra (violencia contra los otros) – Familia y tragedia (violencia contra uno mismo). Mientras que la poesía épica nos muestra al individuo especialmente en su vida social, la tragedia lo coloca en las muy difíciles relaciones familiares. Reflexione acerca de ello y ofrezca su opinión sobre el particular. ¿Por qué los trágicos aprecian especialmente el lado destructivo del héroe y su vida imposible tanto en la familia como en la polis?
19)Relación entre las patologías familiares y los miasmas sociales. El individuo arrastrado por ambos extremos. En Orestíada se hace una reflexión acerca de la justicia y su devenir desde la antigua ley de la sangre y la venganza impuesta por las Erinias, una justicia privada y familiar, hasta la instauración de la ley social. Explique la importancia cultural de esta nueva concepción de la justicia y las leyes: el nuevo elemento de la clemencia, a quién corresponde ahora aplicar la ley y hacer justicia; cómo serán éstos, a su vez, juzgados si la ejercen impíamente; cómo se ha limitado el poder autocrático, qué nuevos beneficios trae esta justicia a la polis. Por otra parte, en En Antígona observamos como el Bien consiste en respetar las antiguas leyes de la sangre por encima de las de la Polis, a diferencia de Orestiada. Cómo, pues, podríamos lograr armonía entre los planteamientos y razones de Esquilo y Sófocles. Análisis contrastado con otras tragedias (Edipo Rey).
20)Con relación a la tragedia de Eurípides Troyanas, reflexione acerca del lado estúpido y destructivo del héroe. Observe la ironía del trágico. El dolor causado por el héroe y del cual no tiene conciencia. Reflexione igualmente acerca de los elementos trágicos que rodean el desmembramiento de la familia y la caída de la ciudad (la desintegración de la polis). Comente el peso que tienen estos elementos sobre las mujeres.

En Las bodas de Cadmo y Harmonía de Roberto Calasso

Cuando la vida se encendía, en el deseo o en la aflicción, o incluso en la reflexión, los héroes homéricos sabían que un dios les movía. Lo sufrían y lo observaban, pero lo que ocurría era también una sorpresa para ellos. Desposeídos así de su emoción, de sus vergüenzas, pero también de sus glorias, fueron los más cautos al atribuirse el origen de sus actos. "No eres tú para mí en nada culpable, pues para mí culpables son los dioses", dice el viejo Príamo contemplando a Helena en las Puertas Esceas. No conseguía odiarla, ni verla como la culpable de nueve años sangrientos, aunque el cuerpo de Helena fuera el mismo simulacro de la guerra que estaba a punto de terminar en una matanza.Ninguna psicología ha dado desde entonces un paso más, salvo para inventar, para esas fuerzas que nos mueven, nombres más largos, más numerosos, más toscos y menos eficaces, menos afines a la estructura de lo que ocurre, sea placer o terror. Los modernos están muy orgullosos de su responsabilidad, pero así pretenden responder con una voz que ni siquiera saben si les pertenece. Los héroes homéricos desconocían una palabra tan molesta como "responsabilidad", y no la habrían creído. Par ellos, es como si cada delito se produjera en un estado de enfermedad mental. Pero en este caso esa enfermedad significa presencia operante de un dios. Lo que para nosotros es enfermedad, para ellos es "exaltación divina" (átê). Sabían que esa invasión de lo invisible acarreaba, frecuentemente, la ruina: tanto que, con el tiempo átê pasó a significar "ruina". Pero sabían también, y Sófocles lo dijo, que "nada grandioso se aproxima a la vida mortal sin la átê".El pueblo obsesionado por la "insolencia" (hýbris) era el mismo que contempló con la máxima incredulidad la pretensión de que el individuo debe hacer algo. Lo que el individuo seguramente hace es lo mediocre; tan pronto como le roza un soplo de grandeza, de cualquier tipo, viciosa o virtuosa, ya no es él quien actúa. Después el individuo se desploma como un médium cualquiera tan pronto como le abandonan las voces. Para los héroes homéricos no subsistía el culpable, sino la culpa, inmensa. Era el miasma, que impregna sangre, polvo y lágrimas. No diferenciaban, con una intuición a la que los modernos todavía no han llegado, después de haberse alejado de ella, el mal de la mente y el mal de la cosa, el asesinato y la muerte. La culpa es como un pedrusco que obstruye el camino; es palpable, inminente. Puede que el culpable sufra tanto como la víctima. Ante la culpa sólo vale el cálculo despiadado de las fuerzas. Ante el culpable existe siempre una última vaguedad. Jamás se acaba de saber hasta qué punto lo es realmente, porque el culpable forma cuerpo con la culpa y obedecerá su mecánica. Quizá aplastado, quizá abandonado, quizá liberado. Mientras tanto, la culpa sigue rodando sobre otros, creando otras historias, otras víctimas. p. 91-92La capacidad de control (sophrosýnê), la habilidad de dominarse, de dominar, la agudeza de la mirada, la sobria elección de los medios adecuados para alcanzar los fines: todo esto aleja la mente de las fuerzas, concede la ilusión de utilizarlas sin ser utilizado por ellas. Y es una ilusión eficaz, que con frecuencia se confirma. La mirada se ha vuelto indiferente y lúcida hacia todo, pronta a captar cualquier ocasión y a aprovecharla. Pero, en esta mirada circular, sigue habiendo una mancha negra, un punto que la mirada no ve: ella misma. La mirada no ve la mirada. No reconoce que ella misma es una fuerza, como las que entonces pretende dominar. La mirada fría sobre el mundo modifica el mundo con una violencia igual a la del aliento inflamado de Egis, que abrasa una tremenda extensión de tierras, de Frigia a Libia.Atenea es la fuerza que ayuda a la mirada a verse a sí misma. Tal es su intimidad con sus protegidos que se aposenta en su mente y habla con la mente de la mente. Por esto el padre de Ayax dice a su hijo: "Hijo, procura triunfar con la lanza, pero triunfar siempre con la ayuda de la divinidad". Ayax responde: "Padre, al amparo de los dioses incluso el que nada es podría conseguir triunfos, pero yo confío que incluso al margen de ellos he de granjearme la gloria". Entonces Atenea interviene y devasta la mente de Ayax, como una de esas ciudades que la diosa se complace en saquear: despiadada con aquellos que utilizan sus emblemas -la mirada aguda, la rapidez del pensamiento, la pericia de la mano, la inteligencia que arranca la victoria- para olvidarlos. Y aquí se consuma la diferencia entre Ulises y un héroe ingenuo e insolente como Ayax. Para Ulises, la presencia de Atenea es la de una conversación secreta e incesante: como el chillido de una garza, con el timbre broncíneo de una voz, con las alas de una golondrina aposentada en una viga o con cualquier otra figura; pues, como recuerda Ulises en una ocasión a la diosa, "tomas todo tipo de apariencias" y el héroe sabe que podrá reconocerla en cualquier lugar. Sabe que no debe esperar siempre el esplendor deslumbrante de la epifanía. Atenea puede ser un mendigo o un viejo amigo. Es la presencia protectora. Un antiguo equívoco reina entre Atenea y "lo masculino", que la diosa ama "con toda el alma". Atenea arma a los hombres para liberarse de la opresión de tantos soberanos, y sobre todo del cielo y de la tierra, que ya se estremecieron un día al oír el grito agudísimo con el que la diosa salió de la cabeza de Zeus, y se estremecieron porque reconocieron en aquella niña su nueva enemiga; pero Atenea no concede a los hombres el arma para liberarse de Atenea. En cada ocasión que el hombre celebra su propia autonomía, con palabras torpes y actos criminales, Atenea es ultrajada. Su castigo no tarda, y es durísimo. Quien no la reconoce en ese momento ya no es un héroe insolente como Ayax, sino uno de los tantos "que nada son" que Ayax despreciaba. Ellos son los que avanzan, altaneros e ignorantes, apestando la tierra. Los herederos de Ulises siguen conversando silenciosamente con Atenea. p. 209-210

Lecturas directas

Homero. Ilíada.
Esquilo. Orestíada.
Sófocles. Antígona, Edipo Rey y Edipo en Colono.
Eurípides. Troyanas y Bacantes

Dependerá de la evolución del curso la inclusión de más o menos tragedias
Épica y tragedia

A quien no ha visto aún la luz del final día,
jamás le llaméis dichoso.

Edipo Rey. Sófocles

Partiendo del estudio de estas dos formas poéticas de la antigüedad, este curso intentará acercarse a la figura del héroe –su temple, sus acciones, su destino– como centro del viaje épico que desemboca, a través de la toma de consciencia, en la tragedia. Aristóteles hace de Homero el padre de la tragedia, precisamente porque en sus grandes poemas épicos latía ya el contenido trágico (asuntos graves y elevados). Es por esto que el curso tomará como punto inicial la lectura de la Ilíada –el impulso heroico– porque, como dice Steiner, “la caída de Troya es la primera gran metáfora de la tragedia”, puesto que nos habla del sometimiento del hombre por parte del destino, nos habla también de la brevedad de la vida heroica y, por último, de la caída de la ciudad. Por lo demás, la larga y desastrosa guerra de Troya no benefició a nadie, ni siquiera a los vencedores. La desmesura (hybris) de éstos, llámese cólera, orgullo o envidia dará origen a su propia destrucción, que es necesaria para resguardar los límites del cosmos (orden, justicia, destino) en los que creía el pueblo griego. Es en la tragedia donde se recoge esta acción (drama) de paso entre la dicha y la desdicha del héroe. Además, la tragedia, toda la tragedia, da una visión del comportamiento heroico diferente a la épica; mientras ésta canta su gloria sobre su soberbia, aquella subraya sus excesos (arrogancia, estupidez, abuso de poder, hasta criminalidad) y desconocimiento de la vida cívica con sus nefastas consecuencias. Por esto, también se revisarán algunas obras de los tres grandes poetas trágicos áticos, así como las notables diferencias que existen entre ellos. “El hombre es polémico porque en él todas las fuerzas terrestres y divinas se dan cita y pelean” (Octavio Paz), así pues, concibiendo además a la tragedia como un diálogo del pueblo griego consigo mismo, la idea es intentar lograr que el estudiante, de una forma más clara, entre en relación con las primeras formas de hacer literatura en Occidente.
Bibliografía
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